Negociar un contrato con una marca importante requiere ciertas competencias que no todos los emprendedores tienen. Las habilidades técnicas pueden pasar a segundo plano si se obvian algunos puntos jurídicos. Ten en cuenta los siguientes aspectos legales para sacar el mejor provecho en la negociación y lograr un trato que realmente sea ganar-ganar para ambas partes.
Fijar las reglas
Todo trato necesita de límites claros y mecanismos de trabajo precisos. Se debe definir al tiempo que durará la negociación, dónde se realizará, quiénes serán los actores que tomarán las decisiones y el flujo mediante el cual se llegará a ellos. Además, hay que tener presente las consecuencias por el rompimiento injustificado de diálogo y sus niveles de confidencialidad.
Cláusulas
Todo contrato tiene plazos de ejecución y muchas veces, pese a llegar a un acuerdo, la contraparte puede ir y negociar con la competencia antes de finiquitar el negocio. Para esto, se pueden pedir cláusulas de “derecho de divulgación” o de “derecho de preferencia”, que dan un resguardo al emprendedor para ofertar primero por sobre la competencia. Si hay un interés mutuo, se puede asegurar el trato al firmar un contrato de promesa, donde se acuerde que el contrato definitivo se cerrará en un tiempo determinado y por los montos acordados.
Acuerdo de Divulgación
Tener como cliente a una marca importante siempre será valioso para un emprendedor. Más valioso aún si se puede difundir y dar a conocer a este cliente. Por lo mismo, el emprendedor debe negociar y pedir la autorización explícita para la utilización de logos de la empresa en la web o para el marketing del emprendimiento.
Confidencialidad
Aspectos del acuerdo pueden estar sujetos a cláusulas de confidencialidad. Es común que empresas grandes exijan a las empresas más pequeñas este tipo de artículos. Así, se crea información clasificada para ambas partes que no puede ser compartida ni divulgada en ninguna situación, que también puede incluir la definición de procedimientos de entrega o el levantamiento de actas de recepción del desarrollo de las aplicaciones o productos, entre otras. También es importante considerar que se pueden incorporar cláusulas de tipo penal, que contemplan la indemnización por perjuicios cuando una de las partes incumple el contrato.
Propiedad intelectual e industrial
Si el emprendedor, a través de su compañía, desarrollará algún producto o una nueva tecnología para el cliente, debe recordar sus derechos de propiedad intelectual e industrial. Por ejemplo, se puede inscribir el código fuente de una nueva aplicación informática y así compartir los derechos de propiedad intelectual e industrial entre el desarrollador y el cliente. Este punto debe quedar claro y explícito en el contrato.
El pago
El capital en caja para un emprendedor es vital para el funcionamiento de la empresa. Por lo mismo, se debe definir el plazo de los pagos por servicios y productos. Debe quedar estipulado expresamente en el contrato, ya sea en 30, 60 o 180 días, según la disponibilidad del cliente y las necesidades de la pequeña empresa.
Fuente: SoyEntrepreneur